terça-feira, 31 de agosto de 2021

Como en Niño

La gente somos laberintos
Cuyas calles sus bases las echaron
Otras gentes y otros síntomas
De causas más antiguas,
De raíces ancestrales
Que heredamos al hacernos
Gente misma en la caldera de la vida.
Somos laberintos de ciudad,
Chabolas de colores vivos,
Sonidos de rincón,
Alboroto de multitud
Que irrumpe en ecos galopantes
Por las piedras de las vías
Hasta hacer estremecer la tierra misma
De mi débil desear.
Y así que, buscándome en los pasillos
Tallados al aire libre,
A menudo me pierdo de mí,
Aunque, por supuesto, en mí esté.
Todavía hay esquinas
Que yo no supe girar;
Aún quedan ventanas
Que no logré encontrar.
Y luego caminando,
Intentando oír la mar
Por debajo de las nubes
De mí propio azul cantar,
Voy buscándome las rimas
Y mi ritmo al declamar.
Y aunque encuéntrelos tan frágiles,
Sencillitos y arcaicos,
Todavía cantaré su marcha de infancia;
Quizás haciéndome como en niño
Encuentre mi camino;
Y escuchando como antaño
La canción de mi ruido,
Puede ser que haga mi rumbo
Y hasta llámelo “destino”.

domingo, 29 de agosto de 2021

Lightning Star

Gazing at my ceiling,
The window tightly closed,
I think about the stars
And those wonderstruck guitars
That I once thought drove my soul.
And I cannot help but ponder
How my mind is filled with yonder
And its crippling agened toll.
I contemplate the beauty
Lying hidden under duty
And the chains I call my role.
I contemplate the freedom
Left untouched in the arboretum
As if silencing the wind's hum
Could then save me from its cold.
Oh, but safety's curse is darker,
Far more crippling, so much sharper,
In its deep unflinching hold.
The ceiling doesn't sparkle,
Neither sings, nor does it startle,
Only answers with its charcoal
Collored silence sevenfold.
Alas, my wish for nothing
Has brought me back to wondering
About those distant lightnings
Burning high above my window
With their everlasting glow.

sábado, 14 de agosto de 2021

Canción del Amor Lejano

(Céline Dion - Nature Boy)

Desde cuando el amor ha dejado
Los sitios más obvios de mi vida –
Como los pisos leñosos de mi habitación
Que él antaño tocaba con tiernos chasquidos
Al calentaros con su luz temprana y blanda –,
También se ha ocultado de mis palabras
En lenguas distintas.
Y ahora él se hace
Como los rayos solares que,
Hallando cerrado el visillo,
Llevan sus tacones hasta los pisos vecinos
Que estallan lejanos,
Aún que cercanos el suficiente
Para hacer caldear los ventrílocuos fríos de mi corazón
Que, llenos hasta el borde de estos ligeros sonidos,
Revientan discretos en una canción.